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Kid´s
boxing y sus beneficios
para los niños
Se
recomienda su práctica a los ocho años
Por Oswaldo
Téllez Poo*
En
la mayoría de los gimnasios y escuelas de artes marciales entre el 60 y
el 80% de los alumnos son niños entre los 6 y los 14 años de edad y
podemos preguntarnos por qué tantos padres de familia escogen este tipo
de deportes para sus hijos.
En
principio algunos lo hacen por tradición: los niños van al karate y
las niñas al ballet, otros porque quieren que sus hijos aprendan a
defenderse y otros porque ellos practicaron algún tipo de arte marcial
pero pocos son los que conocen los beneficios que la práctica de este
tipo de deportes de lucha les aportan como:
-
Mejora
en la condición física. Se le proporcionará al niño una
rutina de ejercicios para que fortalezca armónicamente cada parte
de su cuerpo y se le enseña a respirar adecuadamente.
-
Mejora
en la coordinación. Que resulta de ejecutar los diferentes
ejercicios de manos, pies, piernas, combinaciones, etc. La
coordinación viso-motriz también resultará favorecida por el
manejo del material.
-
Mejor
orientación espacial. Al aumentar el control sobre su propio
cuerpo y un mayor control tónico postural.
-
Aumenta
la flexibilidad de manera importante.
-
Canalización
de la energía positiva.
Además
de los beneficios físicos, esta actividad es un apoyo a la formación
de la personalidad del niño.
El
kickboxing favorece el desarrollo de la fortaleza al seguir entrenando
aunque se esté cansado, adolorido, aunque se haya lastimado un poco,
recibido un golpe, el saber esforzarse y ser tenaz en la consecución de
metas lo cual puede reflejarse en el cambio de grado, etc.
La
disciplina se adquiere al ir a entrenar los días que corresponde, no
faltar, ser puntuales, obedecer las instrucciones. Se busca que el niño
sea capaz. Que poco a poco tolere la frustración, que aprenda a perder
y a saber ganar.
Uno
de los aprendizajes más significativos que se pretende es el respeto
así mismo y a los demás, el autocontrol y la confianza al ver que
puede lograr un manejo adecuado de su cuerpo, al ir cumpliendo sus
objetivos y al saberse capaz de defenderse por sí solo.
El
programa de enseñanza es básicamente el mismo que el de los adultos,
pero el método varía según la edad de los practicantes (se recomienda
empezar el kickboxing a partir de los 8 años).
Antes
que nada el aprendizaje debe ser divertido y debe presentar retos
concretos, alcanzables a corto plazo.
Es
recomendable que se intercambien actividades lúdicas con las de enseñanza.
Así mismo el maestro debe asegurarse de que el niño tenga una
experiencia positiva de este deporte, desarrollando esta actividad de la
manera más segura posible empleando en todo momento el equipo de
protección necesario que es el mismo que emplean los adultos.
Debe
hacerse énfasis en que el kickboxing es para los niños una mezcla de
retos tanto físicos como mentales, el combate si se practica (no es
recomendable antes de los 10 o 12 años), es parecido a un juego de
ajedrez, es un juego de táctica y estrategia aunque el maestro debe
hacer notar al niño que el objetivo principal no es quién gane sino cómo
va superándose cada día adquiriendo más capacidades, conocimientos y
habilidades.
La
estructura de una clase de Kickboxing para niños entre los 8 y los 12 años
de edad podría ser:
-
Entre
15 y 20 minutos de calentamiento: correr, movimiento de cabeza,
hombros, brazos, muñecas, cintura rodillas, tobillos. Desplantes al
frente, atrás, laterales, estiramiento en movimiento,
desplazamientos sencillos y con combinaciones de jab, recto, gancho,
etc., saltos en su lugar, etc.
-
Aproximadamente
10 min. de ejercicios con ayuda de material (manoplas, dommy,
thaipads, etc) empezar sin emplear a fondo la fuerza ejercicios de
golpes y combinaciones
de golpes. Patadas y combinaciones de éstas.
-
Aproximadamente
10 min. de ejercicios con ayuda del material. Empezar combinaciones
de golpes y patadas pidiendo un poco más de fuerza y velocidad.
-
Se
puede intercambiar un juego como “tochito” quitando un pañuelo
o cinta al compañero para desarrollar el sentido de distancia,
estrategia, agilidad, velocidad, reflejos, reacción, etc.,
cualidades que necesitarán posteriormente para el combate si es que
escogen hacerlo. Los juegos pueden ser ideados por el entrenador según
los objetivos del entrenamiento empleando la creatividad e imaginación
personal. No tienen que llevar mucho tiempo, con cinco ó siete
minutos es suficiente. Estos juegos ayudan también a la integración
del grupo y favorecen el desarrollo social del niño.
-
10
minutos de ejercicios de acondicionamiento físico como abdominales
pegando al dommy con
variación de golpes, sentadillas en grupo o individuales, pequeños
saltos de “banquito”, saltos de “burro”, series de medias
lagartijas o lagartijas completas, etc.
-
Cinco
minutos de
flexibilidad y relajación.
Como
vemos, el programa es muy exigente y requiere de maestros capaces de
elaborar planes de clase diarios con:
-
registros
de observaciones y evaluaciones periódicas de cada niño,
-
personalizar
la enseñanza aún más que en los adultos,
-
conocer
técnicas de motivación,
-
conocer
métodos y estrategias de manejo de conducta,
-
conocer
perfectamente las etapas de desarrollo del niño y del adolescente,
-
actualizarse
constantemente en temas pedagógicos y de educación,
-
conocer
las circunstancias de cada uno de los niños,
-
conocer
sus gustos, su tipo de carácter para así poder motivarlos
adecuadamente,
-
deberá
ser capaz de plantear objetivos junto con el niño,
pero sobre todo,
-
debe
poseer o desarrollar la virtud de la paciencia pues los niños como
sabemos se distraen fácilmente, son juguetones, actúan, lloran con
facilidad, se dan por vencidos, no se están quietos
El
entrenador o maestro debe mantener un diálogo constante con los padres
de los niños acerca de los objetivos, logros y avances de sus hijos,
debe ser capaz de escuchar y atender las dudas y
los comentarios que se le hacen y tener disposición de recibir
tanto buenos comentarios como críticas a su método de enseñanza.
No
debemos olvidar que para los niños el maestro o entrenador es un
ejemplo de vida, es decir, copiarán sus actitudes su forma de
desenvolverse, harán suyos sus comentarios, puntos de vista. En
especial si el maestro ha sido competidor o peleador será su ídolo, su
modelo a seguir y es por esto que el maestro debe estar consciente en
todo momento de los valores que quiere transmitir a sus alumnos, debe
recordar que está formando personas no sólo enseñando técnicas o
transmitiendo conocimientos y probablemente en esto radica, que a pesar
de que se requiere de un gran esfuerzo por parte del maestro para enseñar
niños, las satisfacciones que se obtienen son enormes.
* Oswaldo
Téllez Poo
Entrenador Deportivo y Peleador Profesional
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