Alimentación
necesaria durante el embarazo y lactancia
(segunda de dos partes)
Para
el vómito y náuseas, es
recomendable evitar ayunos prolongados
Por Isabel García*
Nutrimentos
Proteínas.
Uno
de los principales nutrimentos para la mujer embarazada son las proteínas
las cuales aportan los elementos para crecimiento de los tejidos del
cuerpo, incluyendo el crecimiento del bebé, la placenta, el incremento
de los volúmenes de sangre y de líquido amniótico.
Si
bien las necesidades proteicas van aumentando a medida que el embarazo
progresa se recomienda que desde el principio, su cantidad diaria se
incremente en 10 gramos sobre las necesidades de esa mujer fuera del
embarazo.
Las
grasas y alimentos azucarados contribuyen poco nutricionalmente,
pero aportan bastantes calorías extras que llegan a ser
innecesarias.
Calcio.
Recuerda
que durante su embarazo una dieta rica en calcio es esencial para ti y
su bebé.
Se
recomienda incrementar las necesidades en un 50% o sea 1200 mg diarios,
con relación a la mujer no embarazada. Si no se alcanza a cubrir el
requerimiento será necesario completar estos valores con suplementos
vitamínicos.
Alimentos
ricos en calcio: Sardinas, charales, tortillas de maiz, leche,
yogurt, queso, quelites, espinacas, berros, girasol, nuez, ajonjolí,
almendra.
Vitaminas.
La
vitamina D que interviene activamente en la absorción y metabolismo del
calcio, por lo que su cantidad se duplica en los 2 últimos trimestres.
Las
necesidades de vitaminas hidrosolubles (Complejo B y C) se incrementan.
Interesan sobre todo la vitamina B6, la vitamina C y el ácido fólico.
Acido
Fólico.
El
ácido fólico es un tipo de vitamina del complejo B que puede ayudar a
prevenir defectos de nacimiento en el cerebro y la médula espinal
denominados defectos del tubo neural. Dado que estos defectos se
originan durante el primer mes de embarazo (generalmente antes de que la
madre sepa que está embarazada) es importante que la mujer tenga
suficiente ácido fólico en su sistema antes de quedar embarazada.
Son
buena fuente de Acido fólico la naranja, el melón, frijoles, garbanzo,
alubia, nueces, almendras, vísceras, hígado, riñon, corazón, yema de
huevo, vegetales de color verde como acelgas, espinacas, berros,
verdolagas, brocoli. Es recomendable que toda mujer que se encuentre en
edad de tener hijos ingiera ácido fólico, puesto que, en nuestro país,
existen muchos embarazos no planificados.
El
tubo neural es la estructura embriónica que al desarrollarse se
convierte en el cerebro y la médula espinal. Esta estructura,
que se origina como una capa plana de células, por lo general se
pliega para formar un tubo antes del día 29 de gestación.
Cuando el tubo neural no se cierra completamente, el bebé padece
un defecto del tubo neural.
Los
anticonceptivos orales interfieren con la absorción de folatos y
aceleran la degradación de los mismos en el hígado. Conviene
investigar, frente a una mujer en
los inicios de su embarazo, si consumía recientemente anticonceptivos,
ya que sus reservas podrían estar disminuidas.
Hierro.
Hay
una mayor demanda fetal y placentaria. Su absorción a nivel intestinal
se incrementa al igual que la movilización de los depósitos maternos.
Esta necesidad es mayor en la segunda mitad del embarazo durante la cual
deben también completarse las reservas fetales de hierro que deberán
servir al recién nacido durante los primeros meses de lactancia, ya que
la cantidad de hierro que le aportará la leche materna será
insuficiente. En general la recomendación diaria de 15 mg se duplica a
30 mg /día.
Aunque
algunos alimentos son buena fuente de hierro, como el hígado, moronga,
mariscos, yema de huevo, las carnes rojas, durazno, chabacano, plátano,
nopal, chiles secos, frijoles, lentejas, garbanzo, espinaca, alfalfa,
betabel y cereales enteros, la mayoría de las madres no consumen los
suficientes para cumplir los requerimientos durante el embarazo. Se
recomienda tomar suplemento de 30 miligramos de hierro al día durante
el 2o. y 3er Trimestre de embarazo, para así prevenir
anemias.
Líquidos.
Se
recomienda entre 8 y 10 vasos de agua al día para mantenerse hidratada,
muy importante durante el embarazo. En climas cálidos y con la
actividad física se debe aumentar la ingesta de líquidos. Elimina las
toxinas de su cuerpo y evita infecciones urinarias que con frecuencia
padecen las mujeres embarazadas. En esta etapa y durante la lactancia,
se debe tratar de evitar bebidas gaseosas y cafeinadas. Preferiblemente
tomar agua o jugos de
frutas. Evitar consumir mucha sal, ya que retiene
líquidos, pero si no existe hipertensión durante el embarazo,
no hay razón por la cual limitar el consumo de sodio.
Fibra.
El
estreñimiento es un problema en el embarazo por lo tanto se debe comer
alimentos ricos en fibra pueden ayudar a prevenirlo. Comer cereales de
granos enteros, frijoles, frutas y verduras.
Nausea
y vómito… problema en el 1er trimestre
Este
problema suele afectar al 50% de las embarazadas. Desde el punto de
vista fisiológico, estos males se asocian a la ingesta elevada de proteína,
por lo que los síntomas disminuyen si se incrementa el consumo de
hidratos de carbono complejos. También es recomendable evitar ayunos
prolongados, de mas de ocho horas y fraccionar la dieta lo más que se
pueda (5 o 6 comidas al día). A veces también sirve no consumir líquidos
durante las comidas y tomarlos 30 minutos antes o después.
Lactancia
El
proceso de lactancia impone demandas nutricias para la mujer que
amamanta como única forma de alimentación. Por lo que la alimentación
de la madre durante la lactancia no difiere mucho de la que venía
haciendo durante el embarazo. Una dieta
equilibrada mantiene la calidad de tu leche. Es importante consumir
suficiente carne, leguminosas y verduras de hoja verde obscura cada día,
como fuente de hierro, así como productos lácteos o queso, por su
calcio, 4 a 5 veces al día, limitando el consumo de quesos maduros y
amarillos para evitar el sobrepeso si quedaste con algunos kilos de más
en el embarazo.
La
cantidad diaria de secreción láctea es de unos 750 ml, por lo cual la
madre debe incrementar la ingesta de agua. A las necesidades energéticas
de la madre, fuera del embarazo, se le agregarán 500 calorías /día
durante los seis primeros meses de lactancia (lo que equivale a una
comida extra cada día) y un poco menos (400 cal/día) si la misma se prolonga más tiempo.
Las
necesidades energéticas, de proteína, minerales y vitaminas están lógicamente
aumentadas porque deben cubrir además de los requerimientos maternos
todos los nutrimentos contenidos en la secreción láctea. Un adicional
de 10 a 15 gramos de proteína /día, y 400 mg de calcio /día.
Las
mujeres bien nutridas que ganen suficiente peso durante el embarazo
necesitan menos porque pueden utilizar la grasa y otras reservas
acumuladas en su organismo durante el
embarazo. El resto de minerales y vitaminas también se
incrementará para cubrir las necesidades maternas del recién nacido.
En esta etapa no es tan importante el hierro como durante el embarazo,
además no hay pérdidas menstruales, por la amenorrea.
La
leche humana es adecuada y suficiente como fuente única de alimentación
del lactante en los primeros 4 a 6 meses de vida. El mayor estímulo
para la secreción no está dado por una alimentación abundante sino
por la frecuencia de mamadas del recién nacido. Pero la composición de
la leche sí varía dependiendo de la dieta de la madre, la energía,
proteínas y otros nutrimentos contenidos en la leche materna dependen
de la alimentación de la madre y las reservas
que tenga acumuladas en su organismo. Cuando las mujeres no
ingieren suficientes calorías y nutrimentos, y
cuando tienen varios embarazos poco espaciados entre uno y otro,
la lactancia puede reducir sus reservas calóricas y nutritivas, proceso
que se conoce por el nombre de “desgaste materno.”
A no ser que la mujer se encuentre en estado extremo de
malnutrición, básicamente todas las madres pueden producir suficiente
cantidad de leche.
Necesidades
diarias de energía (calorias) y de nutrimentos de una mujer durante el
embarazo y la lactancia
Necesidades
diarias energéticas y de nutrimentos durante el embarazo y la
lactancia |
Mujer
Adulta
(20-45 años) |
Embarazo |
Lactancia |
Calorías |
2000 |
2300 |
2600 |
Proteína
(g) |
60 |
70 |
80 |
Vitamina
A (RE, mg) |
750 |
1000 |
1200 |
Vitamina
D (mg) |
2.5 |
10 |
10 |
Vitamina
E (TE, mg) |
8 |
10 |
12 |
Vitamina
K (mg) |
65 |
65 |
65 |
Vitamina
C (mg) |
60 |
70 |
80 |
Tiamina
(mg) |
1 |
1.5 |
1.6 |
Riboflavina
(mg) |
1.5 |
1.8 |
2 |
Niacina
(NE, mg) |
14 |
17 |
20 |
Vitamina
B12 (mg) |
2 |
3 |
3 |
Calcio
(mg) |
800 |
1200 |
1200 |
Fósforo
(mg) |
800 |
1200 |
1200 |
Hierro
(mg) |
15 |
30 |
30 |
Magnesio
(mg) |
280 |
350 |
400 |
Zinc
(mg) |
12 |
15 |
20 |
Yodo
(mg) |
150 |
175 |
200 |
Selenio
(mg) |
55 |
65 |
70 |
primera parte
*
Nutrióloga Isabel García de Quevedo
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