Complicaciones
durante el embarazo
(Tercera de cuatro
partes)
Preeclampsia
– Eclampsia
La
preeclampsia y la eclampsia suelen producirse en cualquier momento
después de 20 semanas de gestación y hasta seis semanas después
del parto. Es un padecimiento singular del embarazo, cuya única
curación es el parto del feto y la placenta. Cerca del siete por
ciento de las mujeres embarazadas lo desarrolla, la primegestas
(primer embarazo) son las que se afectan más frecuentemente, no
obstante aumenta la incidencia con embarazos múltiples,
hipertensión crónica, diabetes, enfermedad renal, trastornos
vasculares de la colágena.
La
eclampsia no controlada es una causa significativa de muerte
materna. El cinco por ciento de las mujeres con preeclampsia
progresa a eclampsia.
La
causa básica de la preeclampsia-eclampsia es de origen
desconocida, los estudios sugieren un origen inmunológico, ya que
se presenta más en mujeres que han tenido exposición mínima al
esperma (han utilizado métodos de barrera para la
planificación). La Preeclampsia es un trastorno endotelial debido
a riego defectuoso de la placenta, que libera un factor que
lesiona el endotelio y provoca la activación de la coagulación y
un aumento de la sensibilidad a los presores. Antes de que el
síndrome se vuelva clínicamente manifiesto en la segunda mitad
del embarazo, se ha producido vasoespasmo en varios lechos
vasculares pequeños que explican las alteraciones en los órganos
maternos y en la placenta con efectos adversos consecuentes sobre
el feto (se obtienen productos de bajo peso al nacimiento, por
efecto de disminución de volumen sanguíneo a través de la
placenta que nutre al feto).
Investigaciones
clínicas recientes sugieren que dosis bajas de aspirina (60 a 100
mg diarios con inicio en el tercer trimestre) reduce la frecuencia
de preeclampsia en mujeres con alto riesgo de padecer este
problema.
Definición:
La
preeclampsia se define como la presencia de la triada de aumento
de la presión arterial, proteinuria y edema durante el embarazo.
Se produce la eclampsia con la adición de convulsiones a esta
triada. Las tres anormalidades se definen como sigue:
A.
Presión arterial:
Un
aumento de cuando menos 30 mmHg sistólica o 15 mmHg diastólica
(o ambas) sobre valores basales establecidos antes de las 20
semanas de gestación.
B.
Proeteinuria:
Cuando
menos 0.3 g/24 determinada por colección de orina de 24 horas.
C.
Edema:
Retención
de líquido clínicamente aparente, o aumento de peso de cerca
de 2 300 Kg o mayor en una semana. El edema puede afectar las
extremidades superiores y la cara más que las extremidades
inferiores.
Cuadro
clínico:
Clínicamente
la intensidad de la preeclampsia-eclampsia se mide en referencia a
los seis sitios principales en los cuales ejerce sus efectos el
sistema nerviosos central: los riñones, el hígado, los sitemas
hematológico y vascular y la unidad fetoplacentaria.
Clasificación:
Preeclampsia
leve o moderada:
Es
difícil establecer la diferenciación precisa entre la leve y la
moderada, debido a que las normalidades que definen a la
enfermedad son sumamente variables y no predicen de manera precisa
la progresión a una enfermedad más intensa. Los síntomas son
generalmente mínimos o leves. Las pacientes suelen tener pocas
quejas, la presión arterial diastólica es menor de 90 a 100
mmHG. El edema suele ser más pronunciado con enfermedad
coronaria, y la presión arterial se encuentra en 90 a110 mmHG.
Las
cifras de plaquetas es superior a 100 000/uL, las pruebas fetales
preparto son reconfortantes, la irritabilidad del sistema nervioso
central es mínima, no hay dolor epigástrico y las enzimas del
hígado no están aumentadas en exceso.
Preeclampsia
grave:
Los
síntomas son más drásticos y persistentes, frecuentemente la
presión arterial es muy alta, con lecturas superiores de 160 a
110 mmHG puede haber trombocitopenia (cifra de plaquetas
disminuidas de 10 000 /uL) y puede progresar a coagulación
intravascular diseminada. Puede presentarse dolor epigástrico
intenso por hemorragia hepática subcapsular, con estiramiento
significativo o rotura de la cápsula del hígado.
Eclampsia:
La
presencia de convulsiones define a la eclampsia. Ed una
manifestación de afección del sistema nervioso central.
Tratamiento:
El
reconocimiento temprano es la clave para el tratamiento. Este
requiere de una atención especial a los detalles del cuidado
prenatal, especialmente cambios sutiles en la presión arterial y
en el peso. Los objetivos consisten en prolongar el embarazo ya
sea hasta el término o hasta alcanzar madurez pulmonar fetal, y
al mismo tiempo evitar la progresión de la enfermedad y la
eclampsia. Los factores críticos son la edad gestacional del
feto, el estado de madurez pulmonar fetal y la gravedad de la
enfermedad materna. La Preeclampsia-eclampsia a las 36 semanas o
más de gestación se trata con parto independientemente de qué
tan leve o intenso se considere el grado de la enfermedad.
Con
anterioridad a las 36 semanas sugiere el parto excepto en
circunstancias poco comunes que se acompañe de madurez extrema,
en cuyo caso puede intentarse la prolongación del embarazo. El
dolor epigástrico, la trombocitopenia y las perturbaciones
visuales son fuertes indicaciones para realizar el parto urgente.
Tratamiento
en el hogar: puede intentarse el tratamiento de reposo en cama en
el hogar en caso de pacientes con preeclampsia-eclampsia leves con
una situación hogareña estable. Esto requiere asistencia a los
quehaceres domésticos, acceso rápido a un hospital, una paciente
confiable y la posibilidad de obtener lecturas frecuentes de la
presión arterial.
Cuidados
en el hospital: se requiere hospitalización en mujeres con
preeclampsia-eclampsia moderada a grave, aquellas en situaciones
hogareñas poco confiables, se requiere un examen regular de la
presión arterial, reflejos, proteínas urinarias y tono y
actividad cardiaca fetal. Deben de hacerse verificaciones de
biometría hemática completa, cifra de plaquetas y pruebas de
electrolitos y enzimas hepáticas cada uno o dos días.
Debe
obtenerse evaluación fetal como parte integral de los estudios
realizados, las pruebas fetales deben practicarse el mismo día
para tener la certeza de que el feto está seguro. Se realiza un
programa de vigilancia fetal. Los movimientos del producto los
registra la madre, se puede evaluar el estado de madurez pulmonar
mediante amniocentesis, si hay inmadurez pulmonar se aplican dosis
de esteroides para la madurez de los fetos para lograr tener un
parto sin complicaciones fetales.
El
método de parto se determina por el estado materno y fetal.
No
te pierdas la continuación con el tema sobre la Eclampsia.
Dra. Ma. Inés
Balbuena
Cédula Profesional: 2252251
mariaines@aerobicos.com.mx
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