Complicaciones
durante el embarazo
(Cuarta parte de cuatro)
Eclampsia
Si
la paciente sufre convulsiones, se vira de lado para evitar que se
broncoaspire, la convulsión puede suprimirse mediante la
administración intravenosa de sulfato de magnesio cuatro grs. o
diacepam de cinco a 10 mg durante el transcurso de cuatro minutos
o hasta que se detiene la convulsión, a continuación se inicia
una infusión de sulfato de magnesio a velocidad de 3g/h.
La
presencia de eclampsia en la paciente requiere de un parto una vez
que se estabiliza a la paciente. Debe practicarse vigilancia fetal
continua.
Excepto
en circunstancias no usuales, el parto es imperativo una vez que
se presenta la eclampsia. Puede intentarse el parto vaginal si la
paciente se encuentra conciente y con trabajo de parto activo.
Posteriormente
al parto, los cuidados a la paciente deben de mantenerse hasta
resolver el problema de base.
Neoplasia
trofoblástica de la gestación
Las
neoplasias trofoblásticas de la gestación son un espectro de
enfermedades que incluyen la mola hidatiforme, la mola invasora, y
el coriocarcinoma. Las molas parciales suelen tener un saco
embrionario o gestacional, crecen con más lentitud, son
responsables de menos síntomas y con frecuencia se presentan la
mayoría de las veces como un aborto fallido.
Los
índices mayores de neoplasia trofoblástica gestacional ocurren
en algunos países en desarrollo, con frecuencia de 1 entre 125
embarazos en algunas áreas de oriente y la frecuencia de 1 entre
1500 embarazos en EUA, los factores de riesgo incluyen estado
socioeconómico bajo, antecedentes de mola y edad menor de 18
años o mayor de 40. Un 10% de las mujeres requiere tratamiento
adicional después de evacuarse la mola, 5% desarrolla
coriocarcionoma.
Cuadro
Clínico:
Síntomas y signos: En un
tercio de las pacientes con mola hidatidiforme hay náusea y
vómito excesivos. Prácticamente en todas se observa hemorragia
uterina que se inicia de las seis a ocho semanas e indica amenaza
de aborto o aborto incompleto. En una quinta parte de los casos el
útero es mayor de lo que cabría esperar en un embarazo normal de
la misma duración. Puede eliminarse por la vagina vesículas
intactas y colapsadas.
En
ocasiones se palpan ovarios quísticos crecidos en ambos lados que
resultan de la hiperestimulación ovárica por exceso de hormona
Gonadotrofina corionica.
El
coriocarcinoma es probable que se manifieste por hemorragia
uterina continua o reincidente después de evacuar una mola, de un
parto, un aborto o un embarazo ectópico, es frecuente que se
encuentre un tumor vaginal ulcerado.
Datos
de laboratorio:
Un
valor sérico de la subunidad beta de hormona de Gonadotrofina
corionica mayor de 40 000 mUL/Ml aumenta la probabilidad de mola
hidatidiforme, aunque en algunas ocasiones se observan estas
cifras en un embarazo normal (por ejemplo embarazo gemelar o
múltiple).
Imágenes:
El
ultrasonido ha sustituido prácticamente a todos los medios de
diagnóstico preoperatorio de mola hidatidiforme. Los múltiples
ecos que indican vellosidades edematosas dentro del útero crecido
y la ausencia de feto y placenta son patognomonicos. Se indica una
RX de tórax antes de la operación para descartar metástasis
pulmonares (tumor en pulmones).
Tratamiento:
Se
vacía el útero tan pronto se establece el diagnóstico de
embarazo molar, de preferencia por aspiración. Si se descubre
tejido maligno en la cirugía o en el examen de vigilancia, está
indicada la quimioterapia.
Medidas
de vigilancia:
Es
necesario prescribir anticoncepción eficaz de preferencia
anticonceptivos orales. Al inicio se requieren valoraciones
semanales cuantitativas de la hormona, en las molas disminuye
progresivamente los niveles, después de dos pruebas semanales
negativas menos de 5mUI/Ml, puede aumentarse el intervalo a cada
mes por los seis siguientes y luego cada dos meses durante un
año. Si comienzan a aumentar los valores o hay una meseta, se
estudia a la paciente mediante RX de tórax repetidas antes de
iniciar la quimioterapia.
Hay
que prescribir anticonceptivos orales u otros métodos seguros de
control de la natalidad para evitar el peligro de la confusión de
un aumento de la hormona por un nuevo embarazo. Sus valores deben
estar negativos durante un año antes de intentar una nueva
gestación.
En
el embarazo que se presenta después de una mola, es necesario
vigilar las concentraciones de la Gonadotrofina corionica seis
semanas después del parto.
Escríbenos
si deseas saber de alguna otra enfermedad durante el embarazo para
publicarla posteriormente a:
antoniag@fitness.com.mx
Dra. Ma. Inés
Balbuena
Cédula Profesional: 2252251
mariaines@aerobicos.com.mx
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