El calentamiento es muy importante para evitar lastimarte.


Escrito para Fitness por Gustavo M. Azcona Arteaga

¿Cuántas veces has corrido con dolor en la rodilla? Una gran mayoría de deportistas ha sufrido este tipo de dolor, que es desagradable y punzante.

Una de las causas más comunes del dolor de rodilla en el corredor, es la inflamación de la parte lateral de la rodilla, de tipo constante, punzante, y lo manifiesta como “dolor que no lo deja seguir corriendo”, sin embargo, no hay que llegar al punto de que no te deje correr o que te lastime al caminar; al contrario, debes estar atento a este dolor para que puedas prevenir una lesión mayor.

Fisiología de la rodilla

Alrededor de la rodilla interactúan varios grupos musculares. Específicamente por el lado de afuera se encuentra el músculo vasto lateral y la cintilla iliotibial, por la parte de adentro está el músculo vasto medial y por el centro llega el tendón del cuadriceps. Los músculos se insertan al hueso a través de su tendón y alrededor de los tendones se encuentran unos pequeños cojines de grasa que se denominan bursas. Debido al roce o fricción de los tendones durante el trote o carrera, se llegan a inflamar estas bursas, las cuales se vuelven dolorosas y crecen en tamaño.

La “rodilla del corredor” consiste en que la cintilla iliotibial (lateral a la rodilla), se ve sometida a un intenso esfuerzo durante la carrera, sobre todo si es en superficies duras y sin mucha amortiguación; ocasionando tensión a este tejido, provocando que en su paso por la rodilla roce con la bursa y el fémur, misma fricción que provoca un dolor constante y fuerte.

Sumando a esto, el hecho de que en ocasiones no se realizan ejercicios de estiramiento antes y después de correr, pues entonces y con mayor razón, la musculatura lateral del muslo se mantiene tensa y adolorida. Esta es una de las razones por las que el estiramiento muscular es de suma importancia, con lo cual mantendrás a tus músculos listos para cualquier carrera.

Tratamiento

El tratamiento inicial es a base de hielo local en las primeras 48 horas, estiramiento muscular progresivo, ejercicios de tipo isométrico, ejercicios para fortalecer la musculatura interna del muslo, y antinflamatorios vía oral.

La natación es útil por unos días. Al paso de los días sumamos terapia de calor para la rodilla, continuando con los ejercicios de estiramiento. En pocos casos se puede recurrir a la inyección local de la bursa inflamada y dolorosa.

La principal causa de esta lesión, sin duda, es la falta de entrenamiento muscular, y el tipo de superficie donde se realiza la actividad física. Si mantienes una musculatura entrenada difícilmente tendrás lesiones como ésta.

Tips de utilidad en caso necesario 

  • Estiramiento muscular intensivo. Se aconseja al menos estirar 20 segundos por grupo muscular.
  • Disminuir la intensidad de la carrera, disminuir la carga de trabajo.
  • No correr en superficies muy duras, calzado cómodo y específico para correr.
  • En la fase inmediata del dolor aplicar hielo una hora. Lo más recomendable es cada cuatro horas por dos o tres días dependiendo de la inflamación.
  • Antiinflamatorio oral
  • Continuar posteriormente con: Uso de compresas húmedo calientes, de terapia con láser y ultrasonido a la zona dolorosa, masaje al músculo tenso, la aplicación de alguna crema caliente por la noche para dormir, son medidas que te dan beneficios.
  • Valorar la infiltración (inyección) local por el médico especialista, cuando el dolor persiste a pesar de las terapias indicadas.
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