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El
Sistema Oseo
(quinta y última parte)
Las
lesiones esguince, luxación o dislocación, son dolorosas, ten cuidado al
ejercitarte
Por
Ana Cecilia Becerril*
Esguinces:
efecto en cadena
Seguramente
has oído hablar de los esguinces o, por desgracia, los has experimentado.
Lo que sucede es que, ante un esfuerzo violento, el hueso tiende a salirse
de su posición habitual, pero no lo hace. Esto provoca un brusco
estiramiento de los músculos, tendones, ligamentos y vasos sanguíneos
que rodean la articulación, produciéndose a veces la ruptura de alguno
de ellos.
Los
síntomas de los esguinces son: dolor, hinchazón y moretón en la zona
afectada. Los esguinces más comunes son los de muñeca y tobillo.
Para
tratar este tipo de lesiones te recomendamos utilizar almohadas y elevar
así la articulación dañada. Además, debes colocar bolsas de hielo o
compresas frías sobre la lesión por unos 30 minutos, como una forma de
disminuir el dolor, e inmovilizar la zona afectada y visitar al medico.
Cuando
un hueso se sale de su articulación, por lo general por un golpe o caída,
se habla de luxación o dislocación. De manera similar al
esguince, perjudica a los ligamentos, tejidos blandos y a la propia
articulación. También causa dolor, desfiguración, hinchazón,
imposibilidad de mover la zona afectada y aparición de un moretón después
de horas de producido el accidente.
El
tratamiento recomendado para este tipo de traumatismo incluye inmovilizar
la zona afectada, reposo, aplicar compresas frías y visitar al médico
para un tratamiento definitivo. Si sufres alguna luxación, no debes
tratar de reducirla (es decir, devolver el hueso a su posición normal) si
no tienes los conocimientos y práctica en este tipo de traumatismos,
porque al intentar hacerlo puedes provocar un daño mucho mayor.
primera
parte
*Dra. Ana Cecilia
Becerril Sánchez Aldana
Médicina
General y
Medicina Estética
curriculum
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sección:

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