¿Son
malas las frituras?
Calidad
del alimento contra el antojo, tú decide...
Por
Perla Xochitl León Flores
y Ma. Victoria Landa Anell*
Últimamente
diferentes medios de comunicación han estado alertando a la población
de las cifras tan elevadas de obesidad en nuestro país, tenemos
el segundo lugar a nivel mundial.
La
obesidad
deteriora la
salud y la
calidad de vida, ocasionando una
serie de problemas físicos y emocionales como diabetes tipo 2,
hipertensión, enfermedades del corazón, problemas articulares,
aislamiento, baja autoestima y un sin fin de etcéteras.
Las causas de esta enfermedad son diversas y van desde genéticas y
orgánicas hasta psicológicas. No olvidemos que el estilo de vida
contemporáneo que involucra una gran disponibilidad a la comida rápida,
grandes porciones de alimentos, poca o nula actividad física y el
ritmo de vida tan acelerado en el que estamos inmersos, influencian y
acrecientan estas cifras.
Pero
debemos empezar a hacer conciencia acerca de esta problemática y
tomar las medidas necesarias para acceder a una vida más saludable.
En
lo que respecta a la alimentación mucho se le ha achacado a los
alimentos ricos en azúcar y grasa; a los cuales nuestra población se
encuentra muy expuesta sobre todo por su bajo costo, además de tener
un agradable sabor, pero si no tenemos cuidado en su consumo nos
pueden llevar al riesgo de tener una mala nutrición.
Las
frituras son alimentos con una alta densidad de energía proveniente
de grasas principalmente
saturada, hidratos de carbono refinados, con alta cantidad de sodio,
deficientes en fibra y proteína, y carentes de vitaminas y
minerales.
Las
grasas son la reserva de energía más importante de nuestro cuerpo
ayudan a la absorción de vitaminas liposolubles (A, D, E y K),
protegen a órganos internos y nos aíslan del frío. Se clasifican en
grasas saturadas e
insaturadas; ambas son necesarias para que nuestro cuerpo pueda
obtener, a partir de ellas, la energía que necesitamos.
Son
las que dan un sabor característico a los alimentos, pero al
consumirlas en exceso producen aumento de peso y elevación de
colesterol y triglicéridos en sangre, con el riesgo de padecer
enfermedades del corazón (trombosis, ateroesclerosis, infartos, etc.).
Otro inconveniente más de las frituras es el tipo de hidratos de
carbono que contienen, pues al ser refinados no tienen fibra lo cual
hace que sea un alimento que no proporciona saciedad o sensación de
estar satisfecho por lo tanto podemos abusar de su consumo. La falta
de fibra también puede ocasionar estreñimiento y peligro de sufrir cáncer
de colon.
Recordemos
también que las frituras son ricas en sodio (sal), utilizado para la
conservación del alimento. El exceso del mismo tiene conocidas
consecuencias que van desde la hipertensión, los problemas
cardiovasculares hasta los edemas (retención de líquidos e
inflamaciones). La cantidad recomendada de sodio al día es de 2400mg,
lo cual se cubre con una alimentación balanceada pero si se consumen
frituras la ingesta de sal aumenta considerablemente sobre todo si se
hace de manera habitual; por ejemplo, un paquete de fritura contiene
aproximadamente 592 mg de sodio.
Finalmente tenemos
la baja calidad nutrimental de estos productos, pues carecen de
vitaminas y minerales, como ya se había comentado. Dichos
nutrimentos son fundamentales para nuestro organismo, pues regulan el
metabolismo e intervienen en diversos procesos biológicos como
formación de glóbulos rojos, músculos y otros tejidos, necesarios
para la coagulación de la sangre, regulan las contracciones del corazón,
conservan fuertes los huesos, etc. Una alimentación escasa en estos
micronutrimentos puede dejarnos expuestos a
deficiencias nutricionales importantes.
A
continuación se muestran ejemplos de alimentos para que puedas
comparar y así elegir la mejor opción. Por ejemplo un paquete de
frituras te aporta 224 calorías, bastante cantidad de sodio, nada de
fibra y vitaminas; en cambio media taza de zanahoria te aporta 90%
menos de calorías, contiene fibra, buena fuente de vitamina A, no
tiene sodio y lo mejor de todo te proporciona saciedad y la puedes
acompañar con limón y sal.
Producto
|
Kcals
|
Hidratos
de carbono (g)
|
Proteína
(g)
|
Grasa
(g)
|
Fibra
(g)
|
Sodio
(mg)
|
Fritura
|
224
|
22.4
|
1.6
|
16
|
|
370
|
Queso
panela (50g)
|
72.2
|
2.4
|
7.5
|
3.4
|
|
00
|
Zanahoria
rallada (1/2 taza)
|
21
|
5.0
|
0.4
|
0
|
1.5
|
0
|
Jícama
(1/2 taza)
|
30
|
6.5
|
1
|
0
|
0.5
|
0
|
Manzana
|
62
|
16.1
|
0.2
|
0.3
|
2.8
|
00
|
Durazno
(2 pzas.)
|
65
|
17.0
|
1.0
|
0.1
|
2.9
|
0
|
Palomitas
naturales (3tazas)
|
84
|
16.8
|
4.2
|
0
|
4.2
|
168
|
Galletas
de avena (2pzas)
|
112
|
18
|
2.0
|
3.6
|
1.6
|
100
|
Dentro
de una alimentación balanceada el consumo de las frituras de manera
ocasional no trae ningún daño a la salud, pero cuando éstas
sustituyen el consumo de alimentos sanos frecuentemente pueden
ocasionar estragos como obesidad y mal nutrición. Por ejemplo, durante la niñez y adolescencia, que son periodos
de crecimiento y desarrollo constante y en donde el consumo de
frituras es elevado, pueden verse afectados por la falta de
nutrimentos esenciales como el calcio, vitamina A, hierro, proteínas,
etc.
No olvides que no se trata de “satanizar” ningún alimento,
sino más bien, conocer su calidad y la cantidad en que es favorable
consumirlo para poder disfrutar de ellos, sin dejar a un lado nuestra
salud.
*Lic.
Nut. Perla Xochitl León Flores
y Lic.
Nut. Ma. Victoria Landa Anell
DISANA
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