La Cavitación: qué es y cómo
se utiliza en la Medicina Estética

Un uso recomendado es en la reducción de los nódulos celulíticos

Por Ana Cecilia Becerril*

Para entender el fenómeno de la Cavitación hay que recordar los fundamentos del ultrasonido y de la cavitación. Por cavitación se entiende la formación de bolsas localizadas de vapor dentro del líquido, pero casi siempre en las proximidades de las superficies sólidas que limitan el líquido. 

La definición de cavitación, es una comparación entre ebullición y cavitación, resistencia a la tracción y nucleación, tipos de cavitación, implosión de la burbuja, coeficiente de cavitación y altura de aspiración, punto de inserción.  

La cavitación es un fenómeno muy importante de la mecánica de los fluidos y de particular influencia en el funcionamiento de toda maquina hidráulica. En contraste con la ebullición, la cual puede ser causada por la introducción de calor o por una reducción de la presión estática ambiente del líquido, la cavitación es una vaporización local del líquido, inducido por una reducción hidrodinámica de la presión.  

La cavitación destruirá toda clase de sólidos: los metales duros, concreto, cuarzo, metales nobles, etc. El uso de la cavitación ultrasónica se ha propuesto en el campo microbiológico, farmacéutico, odontológico y médico. La cavitación ultrasónica puede producir la ruptura mecánica de las membranas celulares. La cavitación ultrasónica también puede usarse para moler materiales particulados sólidos, incluyendo incluso explosivos y propelentes sólidos.

La cavitación se divide en el proceso de formación de burbujas y en el de implosión de las mismas. 

Representa una nueva evolución tecnológica en equipos para tratamiento estético con tecnología de alto desarrollo que mediante mecanismos de control por retroalimentación de los parámetros de velocidad de las ondas acústicas, presión, temperatura y rendimiento, son la mejor alternativa no quirúrgica para el tratamiento de la destrucción de los adipositos.

El principio de funcionamiento en el que está diseñado el cavitador es el conocido fenómeno del ultrasonido. Las ondas ultrasónicas, como todas las ondas sonoras, se conforman por ciclos de compresión y expansión.

Los límites de la audición humana fijándola de 20Hz* a 20000Hz, a partir de esta premisa, se comenzaron a investigar en temas relacionados con el ultrasonido. Las ondas ultrasónicas son vibraciones sónicas que superan los 20000Hz. Con los equipos de cavitación se utilizan cercanas al umbral de la audición lo que las hace perceptibles al oído, sin causarle daño directo.

Los ciclos de compresión ejercen una presión positiva sobre el fluido, acercando las moléculas, mientras que los de expansión ejercen una presión negativa, que al contrario, tiende a alejarlas.

Durante el ciclo de expansión, una onda sonora de intensidad adecuada puede generar micro-cavidades. En un fluido, como el fluido biológico, hay presentes fuerzas de atracción que determinan la cohesión molecular. Para lograr la formación de una cavidad es necesaria una gran presión negativa, asociada al ciclo de expansión de una onda sonora, de una magnitud tal, que logre vencer la cohesión molecular existente. Es como hacer una emulsión. 

Estas vibraciones se producen a través de transductores piezoeléctricos. Los ultrasonidos son vibraciones acústicas de frecuencias superiores a los 50 KHz** y por tanto, no perceptibles por el hombre. Sin embargo para un cavitador se utilizan frecuencias menores a los 20KHz** y podrán ser perceptibles por el oído humano. 

En los tejidos de baja densidad, como por ejemplo el tejido adiposo, la cohesión molecular está reducida por la mayor presencia de los espacios intracelulares y, por tanto, con presiones negativas relativamente pequeñas es posible lograr este fenómeno.

Cuando un tejido se somete a una presión negativa generada durante el ciclo de expansión de una onda sonora se crea, en el interior del líquido, una presión negativa que es el origen de multitud de micro-burbujas que aumentan de tamaño mientras dura la fase de descompresión (o de expansión) para luego implosionar con la consiguiente emisión de ondas de choque.

La cavitación se puede estabilizar si se controla constantemente la frecuencia de emisión, reduciendo de esta manera, los efectos térmicos colaterales.

El efecto final es una intensa fragmentación adipocrítica que determina la difusión de la matriz lipídica de los adipositos (ácidos grasos) en los espacios intracelulares, donde entran en contacto con los fluidos intersticiales y con la solución de infiltración dando lugar a la formación de una emulsión estable.

Muchas veces, en los tejidos de menor densidad, el fenómeno de la cavitación es particularmente intenso, hasta el punto, de inducir la formación de radicales libres y la desnaturalización de los componentes lipoprotéicos de las membranas adipositarias.

Este último efecto biológico, se traduce en una acción lipolítica que continuará parcialmente aún después de terminar la sesión del tratamiento ultrasónico.

Las ondas que genera el equipo de ultrasonido están compuestas por ciclos de compresión y expansión que se producen a alta velocidad. Esta se relaciona directamente con la frecuencia de trabajo del generador ultrasónico dando una innumerable cantidad de micro-cavidades o micro-burbujas que se agrandan paulatinamente, este agrandamiento progresivo que culmina con el colapso e implosión de las mismas, generando la emisión de ondas de choque que favorecen la emulsificación del tejido graso y su eliminación.

Los ultrasonidos para medicina estética son de 3Mhz por aplicar solo a nivel del tejido conjuntivo y adiposo sin tocar otros tejidos, produciendo cambios térmicos, mecánicos y químicos generando efectos lipolíticos.

Los equipos de uso cosmetológico son de bajas potencias, pero para uso médico deben utilizarse potencias altas. La atenuación es la pérdida de energía que sufren las ondas ultrasónicas al atravesar los tejidos y como a mayor frecuencia mayor es la vibración, menor será la profundidad de aplicación.

Por ejemplo, un ultrasonido de 3 MHz*** tendrá una profundidad de 25mm aproximadamente mientras que 1 MHz tendrá 75mm de profundidad. Aclarando que 1 MHz*** = 1000 KHz**. El cavitador que se utiliza para la destrucción adipositaria tendrá que ir desde los 20 hasta los 40 KHz**.

La onda de choque es una forma de emisión pulsada de potencia y ya es utilizada en otras técnicas terapéuticas, como por ejemplo en equipos de ultrasonido para romper cálculos renales (litiasis), con potencias de hasta 2000 Watts sin dañar el tejido circundante.

La Cavitación es un fenómeno poco conocido que se caracteriza por el aumento de la presión y la temperatura de las burbujas o cavidades con gas y líquido debido a resonancia, con alteración de la tensión superficial.

La Cavitación es el fenómeno más importante producido por la aplicación de ondas ultrasónicas en líquidos, pero para producirla se debe tener una potencia determinada (por ejemplo 30 Watts) y forma de onda pulsada.

Las ondas ultrasónicas aplicadas (40 KHz**) viajan en el agua a una velocidad de 1500 metros por segundo y en el tejido graso a 1380 metros por segundo, esto produce que los adipositos imploten y estallen y/o se rompa la fibrosis sin producir daños a los tejidos circundantes.

El Modo constante o continuo: Se refiere a una emisión ultrasónica ininterrumpida en el tiempo. Este tipo de emisión produce calor constante en el tejido no pudiendo enfriarse hasta quitar la emisión, por tanto si elevamos la potencia se corre el riesgo de producir quemaduras.

El Modo pulsado: Es una terapia de efecto no térmico debido a lapsus entre cada emisión ultrasónica. La emisión pulsada permite descender la temperatura que provocan las ondas ultrasónicas en los tejidos entre las fases de emisión. Esto permite que podamos aplicar mayores potencias de emisión ultrasónica sin causar daños por temperatura en los tejidos.

Por tanto, el efecto cavitacional es un fenómeno físico provocado por la colisión de ondas sonoras en un elemento líquido. De forma específica, es un fenómeno que se activa después de la desintegración de las partículas líquidas dando la apariencia de una evaporación de las mismas por la acción de la presión que ejerce la cara ultrasónica. El todo genera unas concentraciones tales de energía que conducen a la disgregación de complejos celulares fijos o macromoléculas, provocando, además, la licuefacción de los triglicéridos contenidos en los adipositos por emulsión y/o rotura física de sus moléculas. 

Una parte se expulsa en la orina durante las primeras 24 horas (lipiduria) a través del drenaje linfático. 

Pero la mayor parte “viaja” en el cuerpo como lipoproteínas y deben ser digeridas con la actividad física aeróbica, de otro modo se acumularán de nuevo en otras partes del cuerpo. 

El Tratamiento estético con ultrasonidos está especialmente indicado para: 

  • Reducción de los nódulos celulíticos

  • Reactivación de la circulación local y nutrición de la piel

  • Incremento y mejora de la plasticidad de los tejidos

  • Remodelación de la adiposidad localizada

  • Tratamiento de la piel de naranja y de la piel áspera

  • Mejora del tono de la piel

  • En la actualidad como la tan conocida lipoescultura con ultrasonido.

* Hz: Hertz

**MHz: Megahertz = 1,000,00 de Hertz

*** KHz: Kilohertz = 1,000 Hertz

*Dra. Ana Cecilia Becerril Sánchez Aldana
Médicina General y Medicina Estética
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