La
obesidad en México:
“México lindo y gordito”
El
cambio de hábitos la clave para tener un estilo de vida saludable...
Por Brenda Yadira Uribe González*
El
sobrepeso y la obesidad son enfermedades que se caracterizan por un
estado inflamatorio crónico de las células, lo cual conlleva a lo largo
del tiempo al desarrollo de diversas enfermedades como son la Diabetes
Mellitus, Hipertensión Arterial Sistémica, alteraciones en los lípidos,
infartos cardiacos, enfermedad vascular cerebral, miomas uterinos,
quistes de ovarios; incrementa la probabilidad de desarrollar cáncer de
(próstata, útero, mama, colon), entre otras.
Actualmente México es el primer lugar en cuanto a obesidad se refiere
tanto de adultos como infantil.
Las mujeres son las más
afectadas. Actualmente el 70% de la población adulta mexicana padecen
de obesidad, mientras que dos de cada 10 niños lo padecen; siendo
nuestro país el primer lugar en obesidad infantil.
La OMS
(Organización Mundial de la Salud), refiere que en México
hay 80 millones de personas adultas con sobrepeso u obesidad, de los
cuales aproximadamente hay cinco millones que tienen el riesgo de desarrollar Diabetes Mellitus
en los próximos años. Los estados del país que mayor
problema tienen son los estados de Coahuila, Baja California, Tamaulipas
y Colima.
En el DF
el 12% de la población adulta padece de Diabetes Mellitus. El 75% de las
mujeres del DM mayores a 20 años tienen sobrepeso, el 69% de los hombres
y el 35% de los niños en edad escolar.
La
obesidad se ha convertido en un problema serio de salud pública que
rebasará las capacidades institucionales para atender a todas sus
complicaciones.
La
OPS/OMS colabora brindando cooperación técnica a México en la lucha para
controlar esta enfermedad, especialmente por la influencia que tiene en
la aparición de muchos otros problemas de salud.
La forma
de prevenirlo es sumamente sencillo y no se trata de medidas milagrosas
ni de ponerse a dieta queriendo reducir los kilos ganados durante años
en un mes, sino es entender QUE SE TIENE QUE HACER UN CAMBIO DEL ESTILO
DE VIDA PARA EL RESTO DE LA VIDA que incluye una alimentación
equilibrada, un ejercicio adecuado y un control metabólico.
En
cuanto a la alimentación, se recomienda que sea realizada y vigilada por
un experto en nutrición, ya que depende de cada individuo (edad, sexo,
actividad física y patologías asociadas).
La dieta
debe ser equilibrada (contener los tres macronutrientes en cada
alimento), suficiente (para cumplir los requerimientos diarios),
adecuada (para cada individuo), inocua (no causar ningún daño). Además
se recomienda que sea dividida en quintos (desayuno, comida y cena y dos
colaciones) con la finalidad de mantener los niveles de glucosa
sanguíneos estables, favorece la digestión. Además que debe de tener la
suficiente cantidad de agua (dependiendo cada individuo, pero en general
es entre 2 a 5 litros diarios) y contener los suplementos y complementos
adecuados.
En
cuanto al ejercicio, si aún no se ha practicado ningún deporte, tampoco
es conveniente iniciar con ejercicios muy extenuantes. El experto debe
de valorar cual es el deporte indicado dependiendo de las
características de cada individuo con la finalidad de evitar lesiones
articulares, provocar un riesgo de algún problema cardiaco además de ir
conforme a la meta de cada paciente (bajar de peso, desarrollo muscular,
etc.)
No
siempre es posible realizar el ejercicio dentro de un gimnasio, pero si
se puede iniciar con pequeños cambios dentro de la vida diaria como son
dejar de usar el elevador, caminar en lugar de usar el automóvil, entre
otras cosas. La idea es por lo menos caminar 30 minutos diarios, que
preferentemente deben de realizarse en forma continua, aunque es un
hecho que el ejercicio se suma durante todo el día.
El
control metabólico es muy importante y también debe de realizarse por un
médico. El organismo es un todo, así que es fácil comprender que si
existe una alteración en colesterol, acido úrico, triglicéridos, glucosa
(por mencionar algunos), es lógico pensar que se debe de “nivelar todo”
por así decirlo para que el organismo marche en forma adecuada.
Parece
difícil, en realidad no lo es. Si se tiene toda la disposición del mundo
para hacerlo es sumamente sencillo. El primer paso es entender que se
tiene que cambiar el estilo de vida, posteriormente hacer el o los
cambios de hábitos, y de esta manera lograr una mejor calidad de vida.
Recuerda, si tu alimento es tu energía. No metas energía a tu cuerpo de
mala calidad.
*
Dra. Brenda Yadira Uribe González
Médico Cirujano General
Maestría en Nutrición clínica
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Fecha de actualización: 13/marzo/2013
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