¿Qué
es la rinitis? ¿Cómo se controla?
La
automedicación podría agravar la enfermedad...
Por
Ana Cecilia Becerril*
La rinitis alérgica estacional es una alergia al polen
que transporta el aire. Comúnmente llamada fiebre del heno o polinosis.
Las estaciones del polen varían considerablemente en
diferentes partes de un mismo país. En ocasiones la alergia estacional
esta causada por esporas de mohos.
En cuanto comienza la estación del polen, la nariz, el
paladar, la parte posterior de la garganta y los ojos comienzan a picar
gradualmente o de forma brusca. Por lo general, los ojos están llorosos,
comienzan los estornudos y suele caer una agüita clara por la nariz.
Algunas personas tienen dolor de cabeza y tos, y jadean y están
irritables y deprimidas, pierden el aptito y tienen dificultades para
conciliar el sueño. La parte interna de los parpados y el blanco de los
ojos pueden inflamarse provocando conjuntivitis. El revestimiento de la
nariz puede inflamarse y adoptar un color rojo azulado, que produce goteo
y congestión nasal.
La rinitis alérgica estacional generalmente es fácil
de reconocer. Las pruebas cutáneas y los síntomas que presenta la
persona pueden ayudar al médico a determinar qué polen está causando el
problema.
Los antihistamínicos constituyen generalmente el
tratamiento inicial para la rinitis alérgica estacional. En ocasiones se
toma un descongestionante junto con el antihistamínico para aliviar el
goteo y la congestión nasal.
Sin embargo las personas con presión alta, deberían
evitar los descongestionantes a menos que su uso sea recomendado y
controlado por un médico.
La rinitis alérgica perenne la cual se presenta
durante todo el año, produce síntomas similares a los de la rinitis alérgica
estacional, pero varían en intensidad, generalmente de forma
impredecible, durante todo el año.
Los alérgenos de la rinitis alérgica perenne pueden
ser los ácaros del polvo de la casa, las plumas, la caspa de los
animales, el moho, etc. No es habitual que la persona tenga conjuntivitis.
La congestión nasal, que si es frecuente, puede obstruir las trompas de
Eustaquio de los oídos y causar problemas auditivos, especialmente en niños.
El médico debe diferenciar la rinitis alérgica perenne de las
infecciones recurrentes de senos (sinusitis) y de las formaciones
anormales que afectan la nariz (pólipos nasales). La sinusitis y
los pólipos nasales pueden ser complicaciones de la rinitis alérgica.
Algunas personas que padecen inflamación nasal crónica,
sinusitis, pólipos nasales, resultados negativos en las pruebas cutáneas
y que presentan gran cantidad de esosinofilos (un tipo de glóbulos
blancos) en sus secreciones nasales tienden a presentar reacciones graves
con la aspirina u otros fármacos antiinflamatorios no esteroideos. Dicha
reacción adversa suele manifestarse como un grave ataque de asma difícil
de tratar.
Las personas que son propensas a tener esta reacción
deberían evitar el uso de fármacos antiinflamatorios no esteroideos
(AINES).
Quienes tienen la nariz crónicamente congestionada
pero no están afectados de sinusitis, pólipos nasales ni alergia
demostrable, pueden tener una enfermedad diferente (rinitis vasomotora)
cuyo origen no es alérgico.
Si se identifican alergenos específicos, el
tratamiento para la rinitis alérgica perenne es muy similar al de la
rinitis alérgica estacional.
Las gotas nasales o los aerosoles descongestionantes de
venta libre no deberían ser utilizados durante más de unos pocos días
cada vez, porque recurrir a ellos continuamente durante una semana o más
puede producir un efecto rebote que puede empeorar o prolongar la
inflamación nasal. En algunos casos es necesaria la cirugía para
eliminar los pólipos nasales o para tratar una infección de los senos
paranasales.
Asimismo estudios recientes indican que la terapia
celular con reposición de células de timo, pueden aumentar el sistema
inmunológico y ayudar a controlar y mejorar el cuadro sintomático de las
rinitis.
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