La taquicardia sinusal, la más común

La palpitación y la taquicardia se encuentran entre los síntomas que más a menudo motivan consulta al médico. Sin embargo, suelen ser más intensos cuando se acompañan de enfermedades orgánicas de escasa gravedad. 

Palpitación suele ser un síntoma cardiaco menos ominoso que el dolor y la diseña (dificultad para respirar) y es muy frecuente. Consiste en sensación desagradable de la acción del corazón, sea lenta o rápida, regular o irregular. Suele resultar de los trastornos menos importantes del ritmo cardiaco: latidos prematuros y taquicardia auricular paroxística, o de acción cardiaca regular y fuerte, rápida o lenta, dependiente de esfuerzo, excitación, toxinas (tabaco, cafeína, alcohol) o infección. Los trastornos menores producen palpitaciones más fácilmente si la persona es nerviosa o muy sensitiva. Menos a menudo se presentan palpitaciones debidas a alguna alteración directa del corazón. 

Debe insistirse en que palpitaciones y taquicardia a menudo no indican trastorno físico primario sino trastorno psíquico; son los síntomas más importantes de una neurosis cardiaca. 

Está comprobado que cuando una persona experimenta agotamiento nervioso o hiperirritabilidad a menudo se deforma su sentido de los valores y criterio, sobre todo en asuntos relacionados con el bienestar físico y psíquico. Si en una etapa de esta índole la persona levanta algún objeto o asciende una pendiente, de manera inmediata puede advertir latidos rápidos y fuertes del corazón. Este síntoma suele desaparecer rápidamente, pero si se repite, la persona puede convencerse de que algo grave le esta pasando a su corazón. El estado nervioso de la persona produce introspección, ansiedad e incertidumbre suficiente para aumentar la irritabilidad cardiaca y disminuir el umbral en el cual se manifiestan palpitaciones, taquicardia y síntomas concomitantes de neurosis cardiaca. 

Una palpitación es una sensación normal cuando hay aumento importante de la fuerza y la frecuencia del latido del corazón y la persona la refiere diciendo que “siente golpear el corazón” o que “late demasiado fuerte o demasiado aprisa”. El ejercicio ligero en sujetos normales puede causar solo algo de dificultad para respirar. Cuando la actividad es más enérgica, es fácil que se perciba este “golpeteo” del corazón contra el pecho. En reposo, esta sensación de golpeo puede persistirse algo después que la frecuencia se ha normalizado, lo cual comprueba que puede sentirse “latido más fuerte” aun cuando la frecuencia no este aumentada. 

La taquicardia persistente no suele acompañarse de palpitación continua o por lo menos, no en el grado que se pudiera esperar. Los pacientes con descompensación cardiaca cuya frecuencia de pulso excede de 100 por minuto, incluso durante reposo, pueden presentar palpitaciones escasas o nulas. Aquellas personas que padezcan infecciones crónicas que originen fiebre y taquicardia duraderas a menudo no presentan palpitación a pesar de que la frecuencia del pulso es muy rápida. 

La acción rápida del corazón es la manifestación cardiaca más frecuente y patente, lo cual se traduce en taquicardia y en consecuencia es la primera manifestación que se descubre en la consulta médica. 

La frecuencia del latido cardiaco es expresión de la facultad de ritmicidad (automatismo) inherente a todas las partes del corazón, pero está mas desarrollada en aquellas partes que forman el marcapaso normal. 

Muchos mecanismos fisiológicos de regulación pueden modificar la frecuencia del latido cardiaco y los clasificamos en químicos y nerviosos. 

La regulación química del corazón compete a algunas sustancias complejas como las hormonas. Esta regulación es lenta. Y la regulación nerviosa suele ser inmediata, pues el estímulo y el efecto es breve. Además la reacción en que participa el sistema nervioso suele durar poco y el efecto desaparece con rapidez cuando el estimulo cesa; en cambio el efecto producido por las hormonas tiende a persistir después que cesó el estímulo. 

Las variantes y las causas de la taquicardia son muchas y tienen su clasificación. Solo mencionará la más común que es la taquicardia sinusal

La taquicardia sinusal es un aumento sostenido de la frecuencia cardiaca que excede de los límites normales de una persona. 

Se observa en muchas personas sanas y es tendencia normal en algunas familias. La taquicardia sinusal pasajera la experimentan todos los sujetos como reacción fisiológica a actividad física, ingestión de alimentos, emociones, dolor y aplicación de calor al cuerpo. Ocurre con particular facilidad cuando se usan en exceso alcohol, café, tabaco y estimulantes de esta índole. Algunas enfermedades infecciosas que provoquen estados con fiebre pueden presentar taquicardia. Así mismo algunos fármacos, en particular adrenalina, atropina y derivados de nitritos. 

Los síntomas que presenta una persona con taquicardia sinusal varían desde poco más del signo de aumento de la frecuencia cardiaca hasta un síndrome que puede impedir la actividad normal. 

La palpitación  es el síntoma mas frecuente, aunque también puede presentarse intranquilidad, agitación, aprensión, ansiedad y molestias o dolor del pecho, según el umbral para los síntomas y la reactividad nerviosa de la persona. El diagnóstico guarda relación siempre al factor que la desencadena. 

En resumen podemos concluir que las palpitaciones a menudo resultan de un trastorno emocional o psíquico y no entrañan obligadamente una enfermedad del corazón. 

El aumento de la fuerza y la frecuencia del latido cardiaco y las diversas arritmias cardiacas pueden causar palpitación. 

En sentido estricto, la taquicardia es un signo, pero a menudo es un síntoma, pues la persona no se queja de sentir el latido del corazón (palpitación) sino de la frecuencia de la contracción la cual la nota excesiva.  

La taquicardia frecuente o persistente puede resultar de trastornos metabólicos u hormonales, perturbaciones emocionales, enfermedades psíquicas o del sistema nervioso central, infecciones y otras anomalías que afectan el organismo de manera global y también de enfermedades directas del corazón. 

En consecuencia, todos estos trastornos exigen estudio cuidadoso hasta dilucidar el origen de la enfermedad. De esta manera se podrá emprender el tratamiento adecuado y lógico.

 Dra. Ana Cecilia Becerril Sánchez Aldana
Médicina General y Medicina Estética
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México, 1999-2000

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