La sexualidad es
"pilar básico del ser humano"
Entrevista con Anabel Ochoa (1/3)
La autora del libro Mitos
y realidades del sexo joven nos habla de los albores de su
carrera. Anabel Ochoa es una mujer de personalidad fuerte, no
avasallante, sino incitadora de una plática profunda y divertida.
Es un ser humano formado en distintos niveles, así como ella lo
confirma:
Mi formación es académica. Estudié medicina en España; me
especialicé en psiquiatría en mi país Vasco. En la cátedra
psiquiátrica tengo cinco especialidades, una de ellas es la
sexología, la cual estudié por una casualidad. En realidad me
llamaba la atención que en las entrevistas psicológica y
psiquiátrica principalmente preguntamos todo, menos de
sexualidad, era de mal gusto.
Cierta ocasión me tocó atender a un violador serial, un
psicópata y había que hacerle un diagnóstico del que dependía
si iba a la cárcel o al manicomio, pero no se le podía preguntar
sobre sexualidad, fíjate tú, que cosa tan chistosa, digo era una
España franquista, aunque ya había muerto Franco, acababa de
morir, pero todavía éramos herederos de un atraso cultural
tremendo, era un milagro que pudiéramos tener cultura.
De pronto apareció un especialista extranjero que fue invitado
a una cátedra con nosotros. Me interesó mucho los trabajos que
él hacía: trabajaba en sexualidad, él hacía terapia sexual a
parejas o a personas solas; tenía un centro de terapias en E.U.
y, por ejemplo, si un hombre era eyaculador precoz, él tenía
enfermeras especializadas que tenían sexo con los clientes, era
algo diferente. Tenía especialistas para esto, no eran
prostitutas, eran terapeutas y, bueno, tenía técnicas muy
avanzadas.
Me pegué a él. Siempre he sido muy curiosa a las novedades;
coincidió con que el gobierno Vasco nos pidió a la Universidad,
a la cátedra de psicología y psiquiatría que creáramos un plan
piloto para restaurar la educación sexual e institucionalizarla
en las escuelas vascas. Nadie se atrevió en la cátedra y yo pues
estaba jovencita y, digo: "yo me lo echo", y fui solita.
Tuve que investigar; me basé en lo que sabía y me basé en los
modelos franceses que tenían años de experiencia con esto, pero
había que hacerle una adaptación a la propia cultura vasca. Fui
la creadora del primer programa institucionalizado de educación
sexual en las escuelas españolas. Fui autora de ese tobogán. Lo
implementé en una escuela piloto y antes de un mes aparecieron
unos padres como locos a verme. No protestaron en sentido
escandaloso, dijeron "prefería a mi hijo cuando era tonto,
porque preguntan a cada rato "papá, ¿no tendrás una
eyaculación precoz?, ¿ya se habrá quedado satisfecha mi mamá?
¡Qué bueno que le encontraste el punto G! Ya no soporto al
niño, lo prefiero tonto.’"
Entonces nos dimos cuenta de algo fundamental: no puedes educar
a niños sin educar a los padres porque lo principal es la familia
y hay que estar de acuerdo. Entonces hicimos el plan paralelo, los
sábados era con los padres y entre semana con los niños.
Empezamos con adolescentes y fuimos bajando la edad. Decidimos que
la educación sexual debe ser desde siempre.
Se hizo un seguimiento a toda una generación de niños que
recibieron una educación sexual desde la infancia y los
resultados fueron gloriosos, comparado con el índice de calidad
de vida, digamos de tipo sexual, y drásticamente no hubo
divorcios; hubo pura buena relación de pareja; no hubo abortos;
no hubo hijos no deseados y formaron parejas muy estables.
Esos fueron mis inicios. Luego me marché al Oriente; estudié
medicina oriental, en fin viví en la India en la Isla de Bali.
Intenté tratar al sujeto como un todo dentro de un todo
psicológico.
Sin embargo, lo que he sido siempre es escritora, robándole
horas a la clínica, a la terapia, siempre.
Ochoa fuma un cigarrillo y emite el humo con naturalidad, la
imagen que proyecta es la de una mujer "de mundo", de
aquellas que parecen temerle a poco. Su lenguaje es libre, como
ella misma. Esa idea de vivir aprendiendo, descubriendo la trajo a
México.
Un buen día decidí tomarme un año sabático para continuar
una novela y ya llevo 14 años.
Cierta ocasión asistí al programa de radio de una amiga, de
una amiga, de una amiga. Era un programa de mujeres, se llamaba
"El viejerío", fíjate. ¿Te atreverías a responder
unas cosas de sexualidad? Me preguntó la conductora, porque ella
sabía que yo tenía la especialidad y bueno he escrito literatura
desde siempre. Y fui, fue un despegue de raiting tremendo, nos fue
muy bien, y llamaban y llamaban, todas las mujeres querían hacer
preguntas, esa fue la chispa que encendió todo y de ahí hacer lo
mío y me contrataron al salir de ese programa.
Luego de ahí hice mi propio programa. Era una época en que de
pronto, desde ese mismo México que no le interesaban las cosas de
sexualidad, esa sociedad dijo, necesito, necesito asesoría
sexual.
La autora de diversas novelas eróticas, doctorada en Medicina
Oriental y conductora del programa de radio "Desnudo
total", explica que la sexualidad es...
Pilar básico de todo ser humano. Todo pasa por ahí, por la
sexualidad, mi sexualidad es toda mi identidad. Fíjate, muy
simple, si el pilar de la sociedad es la familia y el pilar de la
familia es la pareja y el pilar de la pareja es la sexualidad,
pues claro, es fundamental. Hemos hecho locuras históricamente,
de verdad, eso que hacíamos de no preguntar por la vida sexual,
no puede ser, qué horror.
¿Qué es lo que pesa más en un individuo el sexo biológico o
la construcción del género?
El género, la cuestión de género es más pesada. Lo
biológico, como tu bien lo dices nadie te pregunta, mira si tengo
de esto, tengo de lo otro, o a ver qué me tocó de reparto, no
voy a elegir, ponte más, si se puede. En España, por ejemplo, el
cambio de sexo es gratis; la operación te la practican en el
seguro social; se llama reasignación de género, pero te tienes
que someter a pruebas; te exigen mínimo de tres a cinco años de
terapia psicológica previa para ver si vas a poder vivir con la
nueva identidad.
Si te cambian de sexo se ocupa el estado, porque consideran que
es un problema de salud y que la persona tiene derecho. Que ha
habido un error que no se sabe cuál es, pero es una persona que
siente que ha nacido con el cuerpo cambiado.
Pero eso implicaría también un trabajo social más amplio, no
es solamente el trabajo con esa persona.
No, por eso tiene que empezar a vivir y a salir, y que le
llamen Juanita todos los días las vecinas. Tiene que quedar
inscrito, igual se tiene que cambiar de lugar donde vive; todo eso
se va viendo con el grupo de terapeutas.
Aquí concluye la primera parte de la entrevista, en la segunda
entrega la autora ahonda en el asunto del género y habla sobre
los roles del hombre y la mujer. ¡No te la pierdas!