La
importancia de la nutrición en las enfermedades más comunes:
obesidad
y
enfermedades
cardiovasculares
La
alimentación importante para no enfermar o para mejorar...
Por
Lucía Rivas Rodríguez*
La
salud es el estado de bienestar físico, mental y social, así la define
la Organización Mundial de la Salud, por lo tanto no es sólo la
ausencia de enfermedad.
Se sabe que los determinantes
de la salud son muchos; unos de índole biológico, otros se relacionan
con el medio ambiente y el estilo de vida, siendo la alimentación y la
nutrición, junto con la actividad física factores muy determinantes
para la salud.
Una
alimentación saludable es aquella que contiene todos los nutrimentos
que el individuo necesita, en cantidad y proporción adecuada. Para ello
deben estar representados todos los grupos de alimentos con la
frecuencia y ración adecuada, siguiendo las recomendaciones de cada
nutrimento.
En la mayoría de las
enfermedades, la nutrición tiene un papel muy importante, ya que ayuda
a tener un mejor tratamiento, así como una excelente recuperación,
haciendo que el paciente tenga una mejor calidad de vida.
A continuación, explicaré
algunas de las enfermedades mas comunes en las cuales la nutrición
tiene un papel muy significativo en su tratamiento.
Obesidad:
La obesidad es el
padecimiento relacionado con la alimentación más común en el mundo.
Se considera que una persona es obesa si su peso es 30% mas alto
que el peso normal aceptable, de acuerdo con la estatura, sexo y edad.
No existe una cura mágica
para la obesidad, pero se puede lograr un peso más bajo y saludable si
aumenta el nivel de actividad física y se reduce el consumo de energía
(Kilocalorías). Para esto es importante consultar a un especialista de la
salud, para que el tratamiento sea el adecuado y no haya “rebotes”.
Existe una Norma Oficial
Mexicana para el Manejo Integral de la Obesidad, que se publicó el 12
de abril del 2000 en el Diario Oficial de la Federación. Esta norma establece los lineamientos sanitarios para regular el
manejo integral de la obesidad, además señala las disposiciones que deben seguir los diferentes profesionales de la salud para
los tratamientos médico, farmacológico, quirúrgico y nutricio, así
como la infraestructura y el equipo con el que se debe contar. También hace referencia a las medidas preventivas y a los
lineamientos que debe seguir la publicidad. Esta Norma define a la obesidad como la enfermedad caracterizada
por el exceso de tejido adiposo en el organismo. Se determina la
existencia de obesidad en adultos cuando existe un índice de masa
corporal mayor de 27, y en población de estatura baja (mujeres menor a
1.50 m, y hombres menor a 1.60 m.) mayor a 25.
La obesidad puede tener
consecuencias devastadoras para la salud y la felicidad.
-
A nivel emocional, puede producir depresión y reducir el
autoestima.
-
A nivel físico
puede provocar dificultad para respirar, dolor de piernas y tobillos
hinchados; daño en las articulaciones, causando osteoartritis,
sobretodo en rodillas y caderas.
Las
personas con obesidad tienen mayor probabilidad de desarrollar
hipertensión arterial, diabetes mellitus, problemas en la vesícula
biliar, gota, enfermedades cardiovasculares, ateroesclerosis, algún
tipo de cáncer, entre otras.
La obesidad se origina por
una combinación de exceso de comida o sobrealimentación, y falta de
actividad física. Si se
come mas energía de la que se gasta, ese excedente de calorías se
almacena en el cuerpo como grasa, esto trae como consecuencia el aumento
de peso.
Enfermedades
cardiovasculares:
Estas enfermedades son
consecuencia de la interrupción de la corriente sanguínea al corazón
y del corazón al cuerpo.
La principal causa de esto es
la Ateroesclerosis que es el endurecimiento y oclusión de las
arterias. Este endurecimiento se relaciona con un depósito graso que
forma una placa llamada “Ateroma”, que esta presente en la pared de
las arterias. Este ateroma
se desarrolla lentamente durante muchos años, pero crece con más
rapidez en personas fumadoras y en quienes tienen niveles muy altos de
colesterol. Alrededor de los 50 años, los hombres se ven afectados por
la ateroesclerosis; en las mujeres es diferente, ya que durante su etapa
reproductiva, los estrógenos mantienen bajos las concentraciones de
colesterol, pero cuando llega la menopausia, estos niveles tienden a
aumentar, desarrollándose la ateroesclerosis.
Al tener las arterias
endurecidas, son menos elásticas y no se distienden con facilidad, por
lo tanto la presión sanguínea aumenta en ellas y el flujo sanguíneo a
los tejidos disminuye. Si las arterias pegadas al corazón están afectadas, pueden
presentarse alteraciones cardiacas, angina de pecho e infartos.
Para prevenir la ateroesclerosis, es recomendable no fumar
o dejar de fumar, evitar los alimentos ricos en grasas animales y ricos
en colesterol como es el caso del huevo (la yema tiene el
colesterol del huevo), si que si se les antoja un huevo, puede ser sólo
las claras, ya que éstas no tienen colesterol); también se debe evitar
el consumo excesivo de café porque algunas sustancias del café
contribuyen a aumentar el colesterol. Aumentar en la dieta frutas y verduras, así como aceites
vegetales como el de oliva; aumentar el consumo de pescados como
sardina, salmón, arenque, atún fresco, ya que contienen un aceite
llamado W-3
el cual evita el engrosamiento de las arterias.
La mejor protección se obtiene de la actividad física, un buen
entrenamiento puede ayudar a evitar estas enfermedades.
Hipertensión arterial:
La hipertensión o la presión
arterial alta, puede ser ocasionada por problemas en el riñón,
desequilibrios hormonales, y obesidad.
La
hipertensión ocurre como resultado de una resistencia aumentada al
flujo de sangre de los vasos sanguíneos pequeños que tienen paredes
musculares; la mayoría de
los casos la presión arterial elevada es causada porque éstos vasos
sanguíneos pierden su capacidad de relajarse de forma normal.
La
hipertensión aumenta el riesgo de sufrir un ataque, debido al
estrechamiento o ruptura de algunos vasos sanguíneos del cerebro. Puede engrosar o reventar los vasos sanguíneos en la parte
posterior de los ojos, produciendo visión borrosa o ceguera, también
puede dañar los riñones y producir insuficiencia renal. Al combinar la hipertensión con un nivel alto de colesterol
en la sangre, se acelera la ateroesclerosis.
Aparte
del medicamento un cambio a una dieta saludable y bien equilibrada es el
mejor tratamiento para la hipertensión. Evitar el alcohol ayuda a disminuir con rapidez la presión
arterial en personas que beben en exceso; en personas obesas, también
hay una disminución de la presión arterial si se reduce el peso de
forma gradual; la pérdida de peso acelerada, seguida por una recuperación
de mismo, pueden aumentar el riesgo de esta enfermedad.
También
una reducción en el consumo de sal ayuda a disminuir esa hipertensión,
sobre todo los alimentos procesados, encurtidos, ahumados y salados. Aumentar el consumo de frutas y verduras (en pacientes con
enfermedad renal hay que tener especial cuidado porque hay que disminuir
el potasio), pescado fresco.
El ejercicio regular ayuda a disminuir la
presión arterial, aunque si una persona con hipertensión arterial
grave no diagnosticada, empieza a hacer ejercicio riguroso, corre el
riesgo de tener un ataque cardiaco, por lo que es recomendable empezar
con una actividad tranquila y aumentar el ritmo de forma gradual, así
como la intensidad y la duración; por lo anterior es muy importante
consultar a un especialista de la salud antes de comenzar cualquier
rutina de ejercicio.
Es
relevante mencionar que el
ejercicio también ayuda a controlar el estrés, el cual influye en la
hipertensión.
La
importancia de la nutrición en las enfermedades más comunes:
osteoporosis y diabetes mellitus
Lucía
Rivas Rodríguez
Lic.
Nutrición y Ciencia de los Alimentos
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